Este domingo, la Iglesia Católica vivió un hecho histórico con la canonización de Carlo Acutis, considerado el primer santo de la generación millennial. La ceremonia se desarrolló en la Plaza de San Pedro y fue presidida por el papa León XIV ante decenas de miles de fieles de todo el mundo. Durante la celebración también fue proclamado santo el joven italiano Pier Giorgio Frassati, fallecido en 1925 a causa de poliomielitis.
Desde pequeño, Carlo mostró una profunda devoción a la Eucaristía, la misa diaria y el rezo del rosario. Además de su vida espiritual, se destacó por su compromiso social: fue catequista, colaboró en comedores populares y brindó apoyo a personas en situación de calle.
Su pasión por la informática lo llevó a crear sitios web para su colegio y su parroquia, y a diseñar una exposición digital con más de 100 milagros eucarísticos reconocidos por la Iglesia. Este trabajo, aún disponible en línea, lo convirtió en referente de evangelización digital y le valió el apodo de “influencer de Dios” o “ciberapóstol”
El Vaticano le atribuyó dos milagros: la curación de un niño en Brasil y la recuperación total de una adolescente en Costa Rica tras un grave accidente. Estos hechos resultaron determinantes para su canonización.











